Los mejores destinos europeos para viajar en Febrero.

El Invierno en Europa tiene muchas caras. En el norte polar llega con abundante nieve y semanas sin ver el sol, en el templado Mediterráneo todavía luce el astro rey, y en el centro todo es espíritu navideño y confortable cultura de cafés.

El invierno es un momento inspirador para visitar grandes ciudades y pueblos con encanto. Y como siempre hablamos de nuestros queridos pueblos del sur de Madrid, hoy vamos a hablar de escapadas a Europa.

Como hay menos colas es posible ampliar los itinerarios y ver más cosas, y los precios del alojamiento y viajes de fuera de temporada hacen que en noviembre, diciembre, enero y febrero sea algo más económico. La red ferroviaria europea permite explorar sus países al ritmo deseado y ver cómo los lugareños viven su día a día, lejos de la frenética temporada turística veraniega.

Aquí te dejamos algunos destinos que no te puedes perder.

ABISKO en Laponia.

es casi el destino más septentrional de Europa al que se puede llegar en tren, un lugar para los auténticos amantes del invierno. En diciembre y enero el sol no se deja ver durante varias semanas, pero la oscuridad lo convierte en uno de los mejores lugares del mundo para admirar las majestuosas auroras boreales. Otras atracciones interesantes incluyen el esquí de fondo por las rutas de los parques nacionales y el mushing con perros de raza husky.

Consejo: visitar la vecina Kiruna para ver el famoso Icehotel

La mejor época para disfrutar de los monumentos de AtenasGrecia

Intentar borrar con Photoshop a 500 personas de aquella foto de la Acrópolis que, si de no ser por las multitudes, sería digna ganadora de un premio de fotografía es una labor de lo más tediosa, pero en invierno las multitudes no son un problema. Todo lo estresante del verano –la gente, los precios turísticos, el intenso calor, las colas, la contaminación– prácticamente desaparece. Es la mejor época para explorar el patrimonio antiguo del país y disfrutar también de la cultura local.

Consejo: por supuesto que hay que visitar también las islas griegas, aunque muchos alojamientos suelen cerrar en invierno.

CopenhagueDinamarca, un cuento de hadas

Si se trata de vivir un invierno europeo de cuento de hadas, el país de  Hans Christian Andersen apenas tiene rival. Que el viajero se olvide de la sobrevalorada Sirenita y ponga rumbo a los confortables bares y cafés de la ciudad para tomar algo viendo caer la nieve en el exterior. En el corazón de Copenhague, el parque de atracciones TIVOLI, del s. XIX, es toda una delicia kitsch y romántica, sobre todo en época navideña, con lucecitas entrañables y tazas de glögg para entrar en calor.

Consejo: darse un lujo yendo a comer al MOMA, considerado por muchos el mejor restaurante del mundo (las reservas vuelan, conviene intentar reservar con varios meses de antelación).

Baños termales y patinaje en Budapest, Hungría

Parejas patinando sobre hielo cogidas de la mano, el aliento que se convierte en vaho con el aire gélido y el pintoresco Városligeti Műjégpálya, el parque central de la capital de Hungría, con su enorme pista de patinaje de hielo al aire libre, forman la receta ideal para disfrutar del invierno. Y si el frío se queda pegado al cuerpo, qué mejor idea que visitar los ornamentados baños termales que dan fama a Budapest.

Consejo: de noche es buena idea visitar un ‘ruin pub’, un tipo de local con arte y carisma para ir de copas que suele ocupar un edificio antaño abandonado.

Transilvania y el conde Drácula, Rumanía

Vamos a ver, no se puede visitar la guarida de Drácula un día soleado con las ovejas balando en los campos, ¿no? Es mejor hacerlo bajo un cielo gris, con los árboles desnudos y nevando. Braşov y Sighişoara, separadas por un trayecto de dos horas en tren, son preciosas ciudades medievales que mantienen varios vínculos con Vlad Ţepeş, el Drácula histórico, aunque es poco probable que el propio Vlad jamás pusiera un pie en este castillo que lleva su nombre.

Consejo: Bram Stoker nunca visitó Rumanía, así que nadie espere muchos paralelismos con el libro o las películas.

Y por útimo

El Carnaval de Venecia, Italia

Hermoso y arrebatador, el Carnaval de Venecia, que se celebra en febrero, es todo un acontecimiento en Europa. Los elaboradísimos disfraces y las máscaras inquietantes dan vida a la colorida historia de la ciudad de los canales. Los bailes de disfraces son muy caros, pero es posible disfrutar de los eventos gratuitos con una máscara comprada en la calle; aunque conviene empezar a asumir que todo va a estar abarrotado.

Consejo: conviene reservar alojamiento con mucha antelación. Alojarse fuera de la ciudad y desplazarse en tren reduce los gastos de forma considerable.

Pero ya sabes que a nuestros alrededores, también tenemos sitios encantadores que visitar estos dias.

Nos vemos pronto.

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